Descripción
Los fenómenos sobrenaturales se oponen a los de la naturaleza que se perciben a través de nuestro mundo sensorial. Los fenómenos paranormales parecen reales, pero no ofrecen explicación científica. El médico francés Charles Richet, Premio Nóbel de Fisiología en 1913, clasificó los fenómenos en dos grandes grupos: subjetivos y objetivos. Los primeros eran exclusivamente intelectuales, como la criptestesia (telepatía, clarividencia, clariaudiencia, transposición de los sentidos), la premonición, el desdoblamiento, la xenoglosia, la doble personalidad, el mediumnismo etc. Los objetivos eran fenómenos exteriores perceptibles a nuestros sentidos, como los mecánicos, físicos o químicos que no son debidos a fuerzas actuales conocidas y parecen poseer un carácter inteligente, como los movimientos de objetos sin contacto, las casas embrujadas, los fantasmas, las materializaciones fotografiables, los sonidos, las luces etc. En 1981 James E. Alcock define que un fenómeno paranormal es aquel que: -No se puede explicar en términos de la ciencia actual; -Sólo se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia; -No son compatibles con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad. Ahora Julio César Laflor De Bellis, nos presenta un tratado actual y novedoso sobre un mundo apasionante.
