Descripción
Juliana Acosta tiene un don muy especial: escucha a los ángeles.El 11 de septiembre de 2001, mientras las Torres Gemelas colapsaban, ella daba clase en Boston y tuvo que confesarles a sus estudiantes que recibía información del Cielo sobre el paradero de sus familiares en Manhattan. Así empezó su vocación de mensajera angelical, que la ha llevado por numerosos países y ciudades con el propósito de iluminar a la gente con la sabiduría de estos seres celestiales.